Leroy Merlin y EFICIA refuerzan su compromiso con la gestión sostenible del agua

Para muchas empresas, invertir en sostenibilidad es una carga financiera. Sin embargo, según un estudio publicado por Barclays Bank, convertirse en una empresa ecorresponsable beneficiaría tanto la rentabilidad como el crecimiento económico. Según el estudio, el 73% de los encuestados cree que ha obtenido beneficios desde que invierte en sostenibilidad y el 40% afirma que la transición ecológica ha tenido un impacto positivo en su negocio.
¿Cómo puede el desarrollo sostenible convertirse en una palanca de crecimiento para las empresas?
A menudo se considera erróneamente que el desarrollo sostenible y las políticas de RSE en general son un freno económico y que su aplicación es demasiado costosa o restrictiva. Sin embargo, el impulso de medidas e incentivos financieros y la voluntad de algunas empresas de fomentar la aparición de políticas sociales y medioambientales en su estrategia global se han demostrado el papel positivo que desempeña el desarrollo sostenible y su importante impacto en la rentabilidad y el crecimiento de su volumen de negocio. De hecho, esta palanca es múltiple y se basa en tres valores principales: mejorar la rentabilidad, el crecimiento económico, el rendimiento de los equipos y el funcionamiento de los edificios.
Mejorar la rentabilidad y el crecimiento
Invertir en el desarrollo sostenible es una contribución directa a la producción de ahorros energéticos significativos y potencialmente rentables en función de las soluciones aplicadas. El rendimiento energético y las políticas relacionadas con él representan, por tanto, una forma muy objetiva de que las empresas reduzcan sus costes y gastos de funcionamiento y puedan así invertir en otras áreas. Lo que inicialmente era un centro de costes puede transformarse ahora en un centro de beneficios gracias a los ahorros transversales que se generarán. Hoy en día, la inversión necesaria para implantar soluciones que promuevan la rentabilidad y el crecimiento ya no es un obstáculo y los modelos de negocio asociados que proponen algunas empresas innovadoras del mercado muestran una rentabilidad casi inmediata. Una empresa comprometida con el medio ambiente es también un vector de imagen de marca no sólo ante sus clientes sino también ante sus propios recursos internos, constituyendo de paso un elemento adicional de crecimiento.
Mejorar el rendimiento del equipo
Invertir en el desarrollo sostenible mediante la aplicación de herramientas y soluciones técnicas que favorezcan el confort térmico también puede ser un motor de cambio e influir en el rendimiento de los equipos. Desde hace 15 años, todos los estudios convergen en la misma dirección: el confort y el bienestar en el trabajo favorecen la implicación de las personas en el ambiente laboral y su productividad, e incluso su apego a la propia empresa. Además, muchos empleados aprecian el hecho de trabajar en una empresa que se preocupa por el medio ambiente y se sienten más cómodos en una estructura que adopta gestos eco responsables y se preocupa por su bienestar. Una mejor gestión de la temperatura, por ejemplo, permite que los empleados se sientan más cómodos en su espacio de trabajo y reduce el riesgo de bajas por enfermedad causadas por temperaturas inadecuadas.
Mejora de las operaciones técnicas.
Invertir en el desarrollo sostenible significa también garantizar, a través de la recogida de datos, una mejor visión del funcionamiento de la propia empresa (recogida de residuos, consumo energético de los edificios, etc.), actuando más directamente sobre las operaciones técnicas y promoviendo así una mejor gestión de los costes de explotación, por ejemplo, con la prevención de posibles averías de los equipos para optimizarlas operaciones de mantenimiento.
Por lo tanto, reducir nuestro impacto en el medio ambiente a la vez que obtenemos beneficios es una realidad. Tomar en consideración los múltiples beneficios del desarrollo sostenible es el primer paso para que la transición energética tenga éxito y finalmente sea percibida como lo que realmente es: una palanca de crecimiento.
Por Alric MARC, Fundador de EFICIA