¿Se han vuelto de repente más conscientes los españoles?
Todos los sondeos de opinión muestran que los españoles, y en particular las generaciones más jóvenes, temen por el futuro de nuestro mundo, especialmente en cuestiones ecológicas. En efecto, uno de los últimos informes desarrollado por Google, muestra que ha incrementado en un 135% el interés de los ciudadanos españoles por el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático.
Asimismo, una encuesta de la revista médica británica The Lancet sobre la ansiedad climática en los niños y jóvenes, señala que casi el 60% de las personas encuestadas se sentían muy o extremadamente preocupadas por el cambio climático.
Por lo tanto, deberíamos poder alegrarnos de los anuncios de las empresas que reducen sus consumos de energía.
Sin embargo, ¿podemos considerar que esta reducción es atribuible a una toma de conciencia colectiva y a cambios profundos en nuestros usos? Es evidente que el impacto de la reglamentación que se ha endurecido en España con el Real decreto obliga a un cierto número de agentes económicos a tomar medidas en favor de prácticas más virtuosas. Sin embargo, a escala poblacional, es difícil atribuir estos resultados a cambios profundos en nuestras pautas de consumo. La principal razón de este descenso está directamente relacionada con la crisis energética y el aumento sin precedentes de los precios de los suministros, que ha obligado a muchos particulares y profesionales a cambiar sus hábitos, creando riesgos operativos para muchas pequeñas y medianas empresas.
Cambiar nuestros hábitos requerirá, por tanto, educación y el impacto de cada individuo en este esfuerzo necesariamente colectivo.
Más allá de esta toma de conciencia generalizada, estamos convencidos de que la modificación de nuestros usos debe pasar por un refuerzo de la innovación y de las tecnologías que permitan un mejor consumo. Hay mucho margen de mejora y la aplicación de normas de gestión más virtuosas es una obligación si queremos transformar de forma sostenible nuestro enfoque del reto del siglo.
La implantación de tecnologías y servicios que hagan que los edificios sean más eficientes desde el punto de vista energético es una de las claves. Algunas de las respuestas se encuentran ya en el ecosistema de empresas innovadoras que trabajan a diario para transformar mentalidades y hábitos, sobre todo mediante la aplicación de herramientas a menudo poco costosas y no intrusivas.
Como dice la canción, “para los jóvenes del año 2000, ya no es lo mismo” y el Estado tendrá que participar en esta democratización y participar aún más en la promoción de las soluciones existentes que han demostrado su eficacia para alcanzar nuestros objetivos de sobriedad.
Papá Noel, ¡tú también puedes ahorrar energía!
Papá Noel fabrica todos los juguetes de Navidad a lo largo del año y los entrega a todos los niños del mundo el 25 de diciembre. Es mucho dinero para una persona que gestiona miles de edificios y duendes. ¿Cuánto cree que gasta en facturas de energía y qué puede hacer para reducir su impacto en el medio ambiente?
Como el transporte de estos juguetes a los niños lo realizan renos mágicos, sólo contabilizaremos la fabricación de los juguetes, no el transporte.
✅ El mercado mundial del juguete mueve unos 105.000 millones de dólares (según Statista), de los que el 40% se dedica a juguetes navideños (según Toy Market): 42.000 millones de dólares.
Suponiendo que el coste energético de fabricar un juguete sea del 5%, la factura energética anual de Papá Noel asciende a 2.100 millones de dólares.
Dado que el proceso de fabricación de juguetes tiene lugar en edificios de todo el mundo con iluminación, calefacción, aire acondicionado y ventilación, sería fácil controlarlos y generar un 20% de ahorro energético… ¡unos 420 millones de dólares de ahorro al año!
Y reduzca su huella de carbono
✅ La factura energética de Papá Noel es de 2.100 millones de dólares al año y 1 MWh = 150 dólares. Papá Noel consumiría, por tanto, 14TWh de energía para fabricar todos los juguetes de Navidad.
✅ Y 1 MWh = unos 200 kg de CO2 de media, ¡así que la fabricación de juguetes de Papá Noel pesaría 2,8 millones de toneladas de CO2!
✅ Y, mediante el control de sus edificios, EFICIA podría haber conseguido reducir su impacto ambiental en un 20% al disminuir su consumo de energía.
🎁 Eso equivale a una ciudad de unos 56.000 habitantes (1 español medio emite unas 10 toneladas de CO2/año)
A Papá Noel y a todos los duendes que fabrican juguetes para los niños durante todo el año: podemos ayudarle a generar ahorros energéticos sin perturbar su negocio.
La ONU concede a EFICIA la certificación triple gold por tercer año consecutivo en el marco del programa “Climate Neutral Now”
Acompañar a las empresas en su transición energética significa que nosotros mismos tenemos que ser un modelo para los demás…
EFICIA, una joven e innovadora empresa especializada en la gestión energética de edificios corporativos, ha recibido por tercer año consecutivo la certificación triple gold de la ONU en el marco de su programa Climate Neutral Now. Este premio simboliza por sí solo el compromiso de EFICIA con la construcción de un mundo cambiante en el que todas las empresas deben convertirse en protagonistas del cambio ante el desafío climático.
Lanzada en 2015, la iniciativa Climate Neutral Now pretende “animar a todos los ciudadanos a tomar medidas para ayudar a alcanzar el objetivo de un mundo climáticamente neutro a mediados de siglo, en línea con el Acuerdo de París”. A diferencia de las distintas etiquetas de RSC existentes en el mercado español, la certificación de la ONU está dedicada al carbono. Implica tres acciones por parte de las empresas que lo solicitan: cuantificar sus emisiones de carbono, reducirlas un 5% al año y compensarlas. Para ayudar a las empresas en esto último, la ONU ha creado un sistema de financiación de proyectos de compensación.
A diario, EFICIA apoya a sus clientes en el rendimiento energético de sus edificios. Por ello, cuantificar el impacto y las ganancias de carbono de las empresas que confían en ella es parte importante de su enfoque.
“Trabajar para ayudar a nuestros clientes a ahorrar energía no debería generar más impacto de carbono por nuestra parte. Las empresas de nuestro ecosistema deben ser un ejemplo y esto ha sido siempre un elemento esencial en nuestro enfoque. Por eso he creado una herramienta interna para calcular el impacto del carbono de cada una de nuestras compras, incluso de un simple bolígrafo”, explica Alric Marc, fundador y presidente de EFICIA. “Nuestra primera observación fue que apoyamos a nuestros clientes en la reducción de sus emisiones 30 veces más de lo que nosotros emitimos y nos pareció obvio hacer todo lo posible para reducir nuestro propio impacto y nos comprometimos con varios proyectos para compensar todas nuestras emisiones. Por ejemplo, hemos ayudado a financiar la creación de centrales hidroeléctricas en Chile e India, países que todavía producen la mayor parte de su electricidad a partir del carbón.
Este es el tercer año consecutivo en el que EFICIA obtiene la máxima puntuación en las tres áreas de la iniciativa Climate Neutral Now.
Construya el plan de eficiencia energética para sus edificios comerciales en sólo 3 pasos.
¿Cómo pueden las empresas movilizarse por la eficiencia energética con unas primeras acciones sencillas e inmediatas?
EFICIA lleva muchos años trabajando en estas cuestiones y ahora le ofrece -mientras se puedan hacer acciones a más largo plazo- una check-lis anti despilfarro específica para edificios comerciales para prever este invierno.
Medidas que puede adoptar su equipo técnico
- Limitar la calefacción a 19°C o 18°C (e incluso 17°C Ecowatt).
- Controlar su calefacción en función del tiempo, los horarios de actividad y la inercia térmica del edificio. Ejemplo: puesta en marcha y apagado anticipados por la mañana y apagado a las 17 horas sólo en días laborables.
- Climatizar la renovación del aire en función de la calidad del aire y apagar el clima durante las horas de cierre.
- Cambiar la iluminación que aún no es de LED.
- Instalar sensores de presencia para controlar la iluminación en las zonas de recepción, descanso y pasillos.
- Limitar la iluminación sobre todo entre las 10 y las 14 horas (que son las horas punta del día) y hasta el anochecer.
- Apagar lailuminación interior de los edificios durante los periodos de cierre y reducir la iluminación exterior de los mismos, especialmente la publicitaria (apagarla como muy tarde a las 22:00 de acuerdo con la normativa).
- Instalar regletas con interruptores para todos los puestos de trabajo y conecte los dispositivos que permanecen en espera (pantallas, cargadores, iluminación individual, relés wifi, etc.).
- Apagar el wifi cuando las oficinas están cerradas.
- Limitar elnúmero de equipos y evitar los grandes tamaños (número de pantallas, tamaño de estas, potencia de los equipos informáticos según se requiera, etc.)
Recomendaciones a sus empleados
- Apagar el ordenador y el teléfono por la noche.
- Desconectar la alimentación de su puesto de trabajo todas las noches cuando se vayan.
- Limpiar su buzón de correo cada mes.
- Reducir o apagar lossistemas audiovisuales no esenciales, como los proyectores o las pantallas en los vestíbulos o las cafeterías durante las horas punta (de 10 a 14 horas y de 18 a 20 horas).
- Favorecer lamovilidad no motorizada o el transporte público.
- No cargar su vehículo eléctrico en las horas punta (entre las 10 y las 14 horas y entre las 18 y las 20 horas) y utilice, en cambio, las horas valle (entre las 12 de la noche y las 8 horas o los fines de semana).
- Limitar eluso del ascensor siempre que sea posible.
- Abrigarse bien en invierno.
- Cerrar las puertas para evitar la pérdida o ganancia de calor.
Directrices que su dirección puede seguir
- Concentrar los empleados que trabajan en open space para liberar zonas que no necesitan ser calentadas o iluminadas en días que hay poca afluencia.
- Sensibilizar alos empleados sobre cuestiones de eficiencia energética mediante mensajes educativos periódicos.
- Organizar el trabajo para facilitar al máximo los desplazamientos de los empleados fuera de las horas punta de tráfico.
- Abastecerse deproveedores y socios locales para, entre otras cosas, reducir los kilómetros recorridos por los productos.
- Favorecer los aparatos reacondicionados (ordenadores, teléfonos, etc.).
- Sensibilizar alos empleados sobre la conducción ecológica y ofrecerles cursos de formación.
- Poner en común y limitar las entregas de comida abriendo una cafetería 2.0.